Nuestra tienda BDSM
Sentir como las cuerdas rozan tu piel al ser atado, el roce de la fusta en tus partes íntimas, el sonido, la respiración, el olor de una vela aromática,… todos estos detalles producen una explosión sensorial que genera adrenalina en tu cuerpo y una tensión sexual en el que los límites los pone la pareja.
Esta práctica sexual ha alcanzado nuevas cotas de popularidad en los últimos años gracias a los libros y posteriores películas de la saga 50 Sombras de Grey.
En esta práctica se usan cuerdas, esposas u otros elementos para inmovilizar a la pareja, aunque esto no sea imprescindible. Complementos como fustas, máscaras o látigos hacen de esta práctica sexual una delicia para los sentidos.
¿Cómo practicar el BDSM?
Lo primero es establecer una reglas. Siempre que practiques el Bondage debes tener en cuenta que debes cumplir con tu pareja con las siglas SSC: Sensato, Seguro y Consensuado (siempre en todas las relaciones sexuales).
“Los dos lo deseábamos, pero ninguno se atrevía a proponerlo. El día que mi pareja me lo propuso sentí un escalofrío solo al imaginármelo y lo hicimos. Me encantó!”
Si os vais a atar –puedes practicar bondage suave sin ataduras, usando antifaces, fustas y otros accesorios para iniciarte– no ates muy fuerte. Pues usar unas esposas para inmovilizar parcialmente o las cuerdas y no os olvidéis de establecer una palabra de seguridad para pedir a la pareja que pare, algo raro como “Himalaya“. Bajo ningún concepto o situación atéis el cuello de vuestra pareja y permaneced atentos al tiempo que está vuestra pareja atada ya que si está demasiado tiempo podríais hacerle daño sin querer.
Lo ideal, en el caso de las cuerdas, es que sean de unos 3-5 metros de longitud.
En nuestra tienda BDSM encontrarás todo lo que necesitas tanto si quieres iniciarte en el Bondage como si ya eres un experimentado practicante.